CAPÍTULO II LA PRIMERA IMPRESIÓN NO SE OLVIDA
Era el primer día de clases en la secundaria, la escuela a la que se dirigían era algo nuevo para Gabrielle; se había educado en un internado exclusivo para señoritas, pero ahora que su tía Loraine se mudo a la ciudad, su padre decidió que era un buen momento para que la niña empezará a tener contacto con un mundo más real y así alejarla de las fantasías que creaba a su alrededor.
Acostumbrada a la disciplina del internado Gabrielle presentaba un aspecto impecable, llevaba su uniforme negro perfectamente planchado y con cada cosa en su lugar, las medias, el chaleco, la blusa blanca, la falda y el saco. El cabello castaño estaba pulcramente recogido en una cola de caballo, apenas un flequillo discreto cubría su frente. EL velís en el que guardaba sus cuadernos de igual forma se presentaba limpio y los zapatos bien lustrados…