Cuando el tiempo no alcanza

La inspiración es el oxigeno del artista. Cuando no hay inspiración, no hay creación. Algunas veces, la inspiración llega de golpe, como si el iceberg de las ideas deshielara, arrojando su contenido a la mente, y esta a su vez, indunda cada rincón del cerebro. Al mismo tiempo que llegan las ideas, otras las ahogan. Y a veces, solo le fantal horas al día para que las ideas se transformen, y pasen a convertirse en trazos entintados o bytes disfrazados.

Y algún día el artista encontrara la forma de que el día tenga mil horas, y las ideas dejen de amontonarse buscando ser la primera en salir.

Miedo


Sentimiento despreciable, útil en algunos casos y nos vuelve inútiles en la mayoría… miedo… maldigo al que se le ocurrio… miedo… porque se entromete, porque no nos deja ser… miedo… es de lo peor y nos vuelve los peores… miedo inaudito, miedo maldito… miedo…

Porque sentirlo, porque nosotros, porque cuando menos lo necesitamos… miedo… sentimiento primario, más bien primitivo… miedo… bueno cuando estamos en peligro, a la mitad de un callejón oscuro, en una curva cerrada con un coche sin frenos… miedo inaudito… porque estas conmigo ante un altar cuando antes de miedo hay amor… miedo maldito… porque me acompañas en un examen recepcional cuando hay conocimiento… miedo

Miedo… ¡Miedo!… ¡Miedo!… te odio asesino… asesinas mis dias de esperanza, mis dias de sol, mis dias de amor… asesino sin piedad de mis más profundos sueños… miedo escondido… miedo cobarde… ¡miedo!…

Deja en paz mis deseos, deja en paz mis ilusiones, porque te apareces cuando no te necesito… miedo de mierda… miedo… deja de dominarme, deja de controlarme, !dejame hacer mi vida¡… miedo cobarde padre de la duda… engendro maldito de mi ser primitivo… has lo que debes y deja de meterte en mi vida… miedo… vuelve a mi cerebro y alejate de mi corazon…

Miedo demente… controlas mi pensar sin dejarme hacer, decir o crear… miedo… miedo… miedo… por más que lucho, por más que grito, estás ahí, dominando mi mente, dominando mi cuerpo, dominando mi corazón… miedo… me pierdo en tu profundo abismo y me vuelvo inútil… y al final… solo puedo decir… miedo de mierda… miedo de puta… al final eres solo mio, y yo te puedo destruir.

Volar


Volar no es cosa de risa,

volar tampoco es exclusivo de expertos,

volar es disfrutar del aire,

del paisaje,

de tus alas.

Para volar se necesita practica

y es un arte que no se llega a dominar,

pero como se disfruta aprender a volar.
Volar, algo que por alguna razon todas las criaturas anhelan, volar… volar… volar….

Un beso


No sé que es o porque lo siento,

desde esta mañana añoro un beso,

sentir tus labios,

hacerte mio con la boca,

saborearte, sentirte…

No se porque estoy ansiosa,

pensar en ti no es como otros dias,

no estás aquí, miro y te busco,

no estás conmigo…

Te extraño,

te busco con la mirada,

mis pensamientos viajan hacia ti

¿te traeran a ti de regreso?

Me siento furiosa, triste,

me siento sola, ansio tus besos,

ansio tu boca,

deseo estar contigo… deseo tenerte.

Deseo esa golosina solo para mi,

solo soy un niño deseando un caramelo,

te quiero para mi, caramelo dulce,

caramelo de miel

Te deseo tanto…

te extraño tanto..

. solo un dulce beso y calma mi ansia…

Te busco y no estas aquí,

solo un dulce beso para mi pobre alma,

te lo he pedido y no estás aquí.

Los dioses son inmortales (1)

Hacía dos años que todo había terminado. Al menos la guerra para la cual lo entrenaron durante tantos años. Solo recuerdos quedaban de aquella batalla en el inframundo. O eso creían ellos.

Por enesíma vez, la misma pesadilla lo despertaba, eran las 4 de la mañana. A esa hora medio Londres estaba durmiendo. Se le ocurrío marcar el número del móvil que su hermano le dejara antes de partir; mala idea. Hacia dos meses que soñaba lo mismo. Las mismas escenas se repetían una y otra vez en una secuencia interminable, últimamente también mientras estaba despierto.

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La cortina de luz (4) – Final

De improviso, abrio sus ojos, la luz que iluminaba el lugar le lástimó sus pupilas he hizo que parpadeara un par de veces, cerro sus parpados, unas lagrimillas resbalaron por sus mejillas. Intentó una vez más, lentamente, para contraarrestar el dolor,  abrió sus ojos. Fue entonces que vio aquella silueta se dibujaba suavemente contra el techo de la habitación. Un rostro desdibujado lo observaba con calma

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La cortina de luz (3)

Sentía que flotaba en el aire, de hecho sentía que estaba hecho de aire. Podía sentir las pequeñas corrientes a través de su cuerpo. Sentía como era empujado por esas corrientes mientras formaba parte de ellas. Sintió miedo. ¿Ya no existía en el mundo? ¿Murió? Trato de levantarse, y percibió como sus células se agitaron, no logro sentir sus piernas, eso lo asustó aún más. Al asustarse, las corrientes a su alrededor comenzaron a ir más rapido. El movimiento de las partículas hizo que algo en su ser consciente captará algo. Trato de tranquilizarse, concentrandose en el centro de su ser.  Las corrientes se calmaron, y comenzó a probar su teoría. Imagino como era su cuerpo, como se sentía al estar recostado sobre el piso de su habitación. Recordo el color de su cabello y sus ojos.

Poco a poco, dejo de sentir el resonar de las partículas que formaban su cuerpo. Sintió como su cuerpo comenzaba a cobrar peso. Sobre su piel sintió una caricia suave y cálida, probablemente luz. El sol o alguna lámpara. Entonces volvió a la consciencia completamente, luchó por no abrir los ojos. Tenía miedo, la última vez despertó en un hospital, los doctores se burlaron de él. Tenía una sensación de ser observado, y por lo tanto estar en una situación similar.

Sintió otra vez el contacto, cálido, recorriendo su brazo izquierdo, y acariciando lentamente su frente. Mantuvo firmemente los ojos cerrados, quería imaginarse que ese toque pertenecía a ella, que estaba a su lado en ese momento, no quería abrir los ojos y darse cuenta que fuera lo contrario.

La mano aparto los cabellos de su frente, acarició su rostro – Esa no podía ser una enfermera, ¿o si? – sintió como se acercaban a su rostro, la suave respiración sobre sus mejillas. No podría mantener los ojos cerrados mucho tiempo. Unos labios rozaron su mejilla derecha, y sintió un beso sobre su frente.

– Alana – Ese era su deseo, quería que fuera ella, no quería abrir los ojos, la respuesta llegaría, escucharía su voz. Era todo lo que necesitaba. Segundos eternos, y una palabra lleno sus oídos. Una palabra lleno su corazón de alegria.

– Luis.

Curando el dolor

Recostada en el sillón de la sala, observaba los reflejos proyectados por los parabrisas de los autos circulando en la calle cercana. La danza parsimoniosa, a veces rápida, a veces lenta de las figuras creadas en el cielo raso por la luz refractada y descompuesta en colores la mantenía calmada. Leyendo ese baile místico de las figuras le pareció ver su propia historia, llena de pasión, deseo y amor.

Parpadeo un par de veces sus, ojos le dolían, suspiro con dificultad, un peso enorme en su pecho impedía que su corazón latiera con normalidad. Las sombras oscuras bajo sus ojos, decían claramente que no había dormido, la hinchazón y el enrojecimiento en sus ojos contaban la historia de miles de lágrimas derramadas. A su costado derecho había una caja de pañuelos vacía, su contenido, se encontraba esparcido alrededor de la habitación, entre la ropa, fotos, cartas y demás regalos. Contuvo un sollozo, ya no tenía energía, ya no tenía lágrimas.

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Sin título… (se aceptan propuestas)

Fui herida, mi piel se abrió,

la sangre brotó,

de mis labios escapo un grito de dolor,

en mi lengua murió una maldición.

Mi mente grita ¡Gracias Dios!

Mi piel se rompe, soy frágil.

Siento dolor, tengo consciencia.

Mi cuerpo sangra, estoy viva,

Maldigo… soy humana.

La sangre cede,

el dolor se calma,

mi piel cierra,

la frustración se olvida.

Y en el alma,

brilla una luz,

luz cálida que abraza,

luz cálida que ilumina.

¡Gracias Dios!

Por ser humana,

por ser tu hija,

por enseñarme a amar.

¡Gracias Dios por mi vida!

La Cortina de Luz (2)

En el cielo las nubes comenzaban a teñirse de morado y rosa, señal inequívoca de que el sol comenzaba a ocultarse.  Los tonos pastel comenzaron a cambiar por anaranjados tostados. El sol de un naranja brillante, resaltaba su circunferencia contra el azul del cielo. La temperatura comenzó a descender, al este, se veía la sombra que comenzaba a cubrir esa parte del mundo, mientras que en el oeste, aún brillaba la luz del sol, iluminando el cielo a su alrededor.

Poco a poco las sombras lo cubrieron todo, en una caminata lenta y parsimoniosa, el sol se oculto por completo, mientras Venus brillaba con intensidad en el zenit. Unas pocas luces artificiales, iluminaban las calles del pueblo, aún había gente que estaba en movimiento. De vez en cuando las luces de un vehículo entraban por los vidrios de la ventana iluminando el interior. Había visto el atardecer, como todos los días; algo había diferente, cada atardecer era más sombrío. En el exterior las estrellas comenzaron a brillar una por una, desde su posición pudo ver la constelación de Cygnus… ¡Cuanto había aprendido de astronomía en esos meses! Al recordar lo ocurrido en ese tiempo sintió una punzada en el pecho. Cambió su posición acostándose de lado y encogiendo el cuerpo. Se convulsionó en contenidos sollozoá, la casa estaba sola, lo sabía, pero no quería llorar, había prometido no llorar, respiro profundo, aún sentía la punzada de dolor al tiempo que lograba contener las lágrimas…

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